viernes, 2 de agosto de 2013

Moyete

Los camiones siempre están llenos, Yo llevó un paquetito de cerillos, cuando la gente se rejunta prendo un cerillito y quemo a la gente en la mano, ellos no se dan cuenta, porque en lugar de un cerillo uso mis llaves, solo el metal oxidado, el fierro pegajoso por el sudor de la gente, ellos sienten el contacto frío, y después se bajan en la siguiente estación, o en la que sigue, o ya que el autobús acaba la ruta.   Pero es algo así como magia, ya que llego a mi casa... abro mi puerta con el cerillo, el cerillo se dobla, pero al final, clic, la puerta se abre y la gente se quema, cuando el autobús se llena ya nadie se me junta, yo no les veo las manos porque las mangas  se las tapan, pero me imagino las manos, llenas de llagas.

Ya en mi casa preparo la comida, si tengo pescado cocino cecina de puerco, si el pescado está echado a perder  hay que ir a comprar más al supermercado, si en la casa ya no hay cecina de puerco entonces es porque no alcanzó el dinero para comprarla, la cecina está muy cara y es difícil tener dinero si se compra tanto pescado todos los días, pescado que nunca se come.

Para ganar dinero me quedo en hoteles. Hoteles lujosos cerca del centro. Hoteles con camas de seda y muchos canales árabes en la tele. Como el mundo se rige por la Matemática, y dentro de la Ciencia no hay espacio para mentiras. Entonces es muy fácil entender que si la botella de cerveza  de 60 pesos del mini-bar , que afuera bajando tres calles sin darle ninguna moneda a la señora que pide en la esquina, junto a la tienda con la recepcionista linda, ahí, esa cerveza, la misma cerveza cuesta 10 pesos. Entonces sólo hay que entender que  si esa cerveza (la de la tienda) aparece en mi mano cerca de mis labios, ya destapada; al mismo tiempo la moneda de 10 pesos (10 pesos siendo el precio de la misma cerveza (la de la tienda)), esa moneda, ha desaparecido de mi cartera, automáticamente. Entonces es muy claro comprender que lo mismo pasa con el minibar, aunque aquí no haya recepcionista linda cerca, entonces si la cerveza saliera del minibar y apareciera en mi mano, entonces , 60 pesos desaparecen de mi cartera, así de fácil.Y si la materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma, y si al pasar por la calle no le dimos ninguna moneda a la señora que pide. Entonces si una cerveza igual a la del minibar (60 pesos) pero que al final es de la tienda (10 pesos), aparece en el minibar, entonces, consecuentemente, plup, aparecen 60 pesos en mi cartera. Tal equilibrio físico-matemático me permite realizar transacciones monetarias de a 50 pesos por botella, siendo el límite de mis ingresos el tamaño del minibar (que por desgracia nunca es muy grande).

Así podemos ir por la vida juntando listones y regalándoselos a la recepcionista linda, que de linda, sólo tiene las tetas, pero igual no nos importa, porque los miércoles son de 2x1 en el cine. Y yo voy sólo (y solo) a la función de las 7, pero pago dos boletos, digo que mi novia viene tarde, pero es mentira. Y así al entrar a la sala soy la única persona que vale una persona completa, porque las demás personas pagaron medio boleto, entonces son medias personas. Y yo me siento muy feliz, y soy como un príncipe, y en la noche me imagino a las personas que ya habían ido a las funciones 2x1 antes, ahora sólo son un cuarto, y de seguro el de enfrente de nosotros ya sólo era un dieciseisavo, y así la gente se va empequeñeciendo, son cómo hormigas, luego puntitos, ya casi no se les ve, ya son casi nada ....